lunes, 11 de marzo de 2013

Capítulo 11



Deje la mayoría de mis libros en el casillero, afortunadamente no había tanta tarea, solo unos cuantos problemas de matemáticas y algunos resúmenes. Caminaba hacia la salida del edificio y no lograba ver a Harry. -Más te vale que no te hayas ido Styles...- pensé mientras lo buscaba en el campus.

—Tú no te preocupes que tenemos todo el día— una sarcástica voz me saco de mis pensamientos
—Te estaba buscando— le dije sonriente
—Si, como sea— rodo los ojos y comenzó a caminar —Sígueme— me indico mientras se subía a su motocicleta. - ¡Dios mío! lo que tiene de amargado, lo tiene de sexy- pensé mientras lo veía. Sacudí levemente mi cabeza, para salir de mis pensamientos.
—S...Si— conteste y camine hacia mi auto, lance mi bolsa en el asiento trasero. No fue muy largo el trayecto, solo tenía algo de dificultad al tratar de seguir la alta velocidad de Harry. 
De pronto Harry se subió a la acera, estacionando su motocicleta ahí, aunque no parecía una casa, seguramente sería su trabajo. Me estacione y baje no muy segura. 
—Espérame— me dijo antes de entrar a una enorme tienda de música. De todas formas entre detrás de él. 
— ¡Harry!— un rubio detrás del mostrador le saludo al mismo tiempo que estrechaban fuertemente sus manos — ¡Wow! ¿Y tú eres?— le saco la vuelta a Harry acercándose hacia mí.
—Nadie, no es nadie— Harry lo tomo de cuello de la camisa y lo regreso al mostrador. —Concéntrate en tu trabajo— le ordeno.
— ¡Harry qué bueno que viniste!— una pelirroja que bajaba las escaleras con ambas manos ocupadas por dos cajas —Llamo Dan...— su mirada se quedó fija en mí, analizándome de pies a cabeza. Su cabello entre rojizo y naranja, levemente desordenado, jeans desgastados, converse viejos y maltratados. No me extrañaría que fuera la... la novia de Harry.
— ¿Que dijo Dan?— pregunto Harry con cara de desespero
—Que... que no podría pasar por Gemma ni por el pequeño— dejo las cajas en el suelo. 
—Pero... ¿por qué?— el desespero, aumentaba.
—Su auto...— dijo haciendo una seña con sus manos como de explosión y junto con el rubio rieron.
—No puede ser— dijo mirando el reloj en su mano —Me va a matar— dijo caminando rápidamente hacia la puerta —Espérame aquí— me indico.
—Sí, aquí espéralo— sonrió el rubio cuyo nombre desconocía, mientras que era aniquilado con la mirada por la pelirroja.
— Harry pero...— hable y regreso 
—No— tomo su cabello entre sus manos —No puedo ir en la motocicleta por ella— regreso al mostrador —Dame tu auto— le dijo al chico quien asintió con la cabeza y se agacho. 
—Aquí tienes— saco sonriente una patineta
—Mike— le dijo fulminantemente. Según lo que entendía la pelirroja no era su novia, y la tal 'Gemma' era muy importante, así que seguramente que ella si sería la... novia. —Lo siento Harry, en esto vine— sonrió.
— ¿Al?— se dirijo a la chica
—Camine— sonriente subió los hombros.
— ¿Pero qué? ¡Siempre está lleno el estacionamiento por sus autos!— dijo alterado y yo solo me limite a agitar las llaves de mi lujoso auto.
Se dio la media vuelta para verme y le sonreí. Acorto nuestra distancia con aproximadamente cinco pasos.
—Nunca te pediría algo a ti— susurro en mi oído para después salir de la tienda. Le gustaba sufrir ¿no? Salí detrás de él, después de escuchar un 'Nos vemos' del tal Mike.

—Sabes...— le dije por la espalda, gracias a la altura de los zapatos, alcanzaba con precisión su oído —Hieres mis sentimientos— lo rodee poniéndome frente a él. 
— ¿Enserio?— levanto una de sus naturalmente bien definidas cejas. Acortaba lentamente la distancia entre ambos. Mientras dejaba mis llaves en una de las bolsas de su chaqueta.
—No— solté una carcajada y me di la media vuelta y camine hacia mi auto. Solo que esta vez subí al lado del copiloto.
—Al parecer si aceptaste mi ayuda...— dije sonriente cuando Harry subió al auto.
—No, solo subí y tome tu auto— aclaro
— ¿Entonces viene siendo un robo?— pregunte mientras miraba su perfecto perfil.
—Exacto— afirmo 
— ¿Y quién es Gemma?— me aventure a preguntar.

—No te importa— dijo de mala gana 
—Claro que me importa— volteé a verlo —Me interesa saber por quién, llegaste al grado de pedirme ayuda— como gozaba de hacerlo enojar.
—Haber— dijo con fastidio, este hombre no tenía ni una pizca de sentido del humor —No te pedí ayuda. Serias la última persona a la que le pediría algo— serio regreso su mirada al camino.
—Una pregunta…— dije divertida — ¿Por qué tanto ‘odio’...— hice comillas —…Hacia mí?— la verdad me intrigaba, ya que nunca en mi vida. Algún chico me había rechazado y/o tratado tan mal como él lo hacía. 
Se estaciono en un enorme parque, había muchos autos alrededor, la verdad no reconocía donde estábamos.
—Detesto a las personas como tú— hablo —Falsas y engreídas que piensan que solo por ser ‘lindas’ pueden hacer lo que se les pegue la gana— apago el auto.
— ¿Así que piensas que soy linda?— me gire hacia el 
— ¿Lo ves?— bufo —No puedes ser más hueca porque no te da tiempo de arreglarte— saco las llaves y bajo del auto.
- ¡Es que es un estúpido!- pensé molesta. –Este tipo realmente piensa que soy más tonta que nada- solo de una cosa estoy segura. Se va a arrepentir.
Espere en el auto cerca de cinco minutos hasta que por fin logre verlo caminar hacia el auto, cruzaba la calle para después atravesar el parque. Pero lo que me llamaba la atención era la que seguramente sería ‘Gemma’
- ¿Es su hermana? Si seguro que es su hermana- tenía un pequeño debate en mi mente al ver al ‘rudísimo’ Harry Styles con una pequeña de unos 5 años aproximadamente. Sin duda era hermosa, finas facciones, nariz respingada, cabello claro y crespo – ¿O su hija?- digamos que un poco de pánico se apodero de mi –Tal vez es casado, con esposa, hijos ¿Pero cuántos años tiene? ¡Tal vez por eso se resiste a mí!- cada vez se acercaba más y mi rostro de ¿estupefacción? Era imposible de ocultar –Es que es tan parecida a él- respire profundamente y me gire en el asiento para ver hacia el frente – ¿Y el pequeño?- recordé – ¿Otro niño?-
Escuche que se abría la puerta de atrás y Harry sentó a la niña detrás del asiento del piloto. La pequeña no paraba de hablar, con su aguda voz entre cortada podría entender que hablaba sobre sus tenis. Harry abrocho el cinturón de seguridad y subió al auto en el lado del piloto. Gemma, no se había dado cuenta de mi presencia hasta que volteo y me sorprendió observándola.
—Hola— dijo con una hermosa sonrisa — ¿Harry? — llamo a su ¿hermano? ¿Padre? — ¿Ella es tu novia?— pregunto con una risita cubriendo su boca. – ¡NO ES SU HIJA!- celebre en mi interior
— ¿Yo?— solté una carcajada y voltee a ver a Harry quien solo rodo los ojos —Claro que no— le sonreí —Soy solo su compañera en un trabajo. — Le hablaba con ternura —Soy Gabriela — me presente.
—Yo soy Gemma— no tenía una idea de lo aliviada que me sentía al saber que era solo una pequeña, así no tendría que deshacerme de nadie. 
— ¿Harry es tu hermano?— le pregunte a ella ya que si le preguntaba a él, diría ‘Que te importa’ La pequeña asintió con la cabeza. —Oye ¿y quién te hizo esas coletas tan lindas?— le dije y Harry volteo bruscamente hacia mí y me fulmino con la mirada. ¿Pero que había dicho?
—Ali me las hizo— dijo sonriente — Harry me las hace horribles— soltó una carcajada, es imposible que esa dulzura fuera familiar de él amargado de Harry.
—Bueno basta de preguntas si— dijo Harry seriamente. Me gire nuevamente en el asiento y volteé mi mirada hacia la derecha. 

Íbamos en silencio, yo sin entender por qué Harry no me dejaba hablar con Gemma. Salí de mis pensamientos cuando el auto se detuvo. Estábamos frente a un colegio. Harry hizo accionar el claxon del auto dos veces. Y al igual que Harry y Gemma un castaño claro se acercó al auto. Como no conocía el auto dudo un poco, hasta que Harry bajo el vidrio del auto.
— ¿Y este auto? ¿Y… quien es ella?— preguntó el niño al cual le calculaba unos ocho o nueve años.
—Ella es Gabriela y es la novia de Harry — informo Gemma y los dos comenzaron a reír, no pude evitarlo y solté una carcajada.
—No es mi novia— dijo Harry con fastidio, volteé hacia atrás y vi que Gemma le decía riendo que sí, con un pequeño movimiento de su dedo índice. 
—Soy Gabriela— sonreí —Pero no soy la novia de Harry — me dirige al niño cuyo nombre desconocía
—Yo soy Liam— dijo al igual que su hermana con una preciosa sonrisa. 
Es que en realidad era imposible, creer que estos tres tengan algún parentesco. Me gire nuevamente, antes de ser regañada por Harry.
Harry y yo íbamos en silencio, solo se escuchaban las voces de los niños y sus risas, según lo que entendía ‘Ali’ era la pelirroja que había visto en la tienda de música.

Llegamos a la que seguramente sería su casa, era realmente hermosa. Blanca, enormes ventanas, inmenso jardín. Sin duda una mansión.
Harry se estaciono y todos bajamos del auto, caminamos en silencio detrás de Harry hasta la puerta. Mientras esperábamos a que Harry abriera, note como la pequeña me observaba.
—Es muy lindo tu vestido— dijo tocándolo
— ¿De verdad lo crees?— le pregunte ahora muerta de ternura, asintió con la cabeza —Sabes…— le dije sonriente —Este es mi favorito— le confesé.
—Eres muy linda, te pareces a una de mis muñecas— dijo riendo 
—Hasta en lo plástica y hueca…— dijo Harry en un susurro al momento de abrir la puerta, entre no sin antes matarlo con la simple mirada. Lo que tenía de lindo lo tenía de bocón.

Entre y la casa parecía aún más grande por dentro que por fuera, la verdad no me extrañaría que al igual que Gemma y Liam, sus padres serian un mismísimo dulce de leche. Lo que me seguiría extrañando sin duda alguna seria Harry y su notoria amargura.
—Gemma, Liam— los llamo ya que corrían por la escalera —Quiero que hagan la tarea ahora— indico seriamente, no el grosero tono que usa conmigo obviamente —Estaré aquí abajo por si necesitan ayuda— a pesar de su ruda forma de hablar, me mataba de ternura.
Ambos niños asintieron con la cabeza y subieron las escaleras, Gemma agitaba su mano con una enorme sonrisa como diciéndome adiós. Le devolví el gesto. Me gire hacia Harry y le sonreí.
—Parece que a tu hermana le agrado a pesar de ser plástica y hueca— solté una carcajada 
—Solo porque le recuerdas a sus muñecas, no te emociones— dijo caminando hacia la que supuse seria la sala. 
Camine detrás de él hasta que llegamos a la sala, dejo su mochila en uno de los enormes sillones negros de piel, me senté y puse mi bolsa en mis piernas, saco el enorme paquete de hojas y lo dejo caer en la mesa de cristal del centro de la sala. 
—Ya vuelvo— dijo y salió por donde habíamos venido. 
Me acerque a la mesa y tome la guía, tome de mi bolsa un lápiz para poder contestar mientras Harry volvía.

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